He pasado mucho tiempo de mi vida sin usar las cosas.

Como esta taza, por ejemplo. He tenido esta taza durante 27 años y nunca la he usado. Lo guardé en mi armario de porcelana para que no le pasara nada. ¿Y sabes lo que le pasó? Lo olvidé.

Tal vez olvidarse de una taza no es gran cosa. Pero no fue sólo por la taza. Me olvidé de la universidad (o al menos no pensé mucho en ello). Olvidé esa sensación cuando me puse el gorro y la bata. Me olvidé de las mariposas en mi estómago mientras esperábamos para entrar en el Centro de Vida Física (Centro Voleador, ahora creo), y escudriñando la multitud para encontrar a mi familia. Olvidé cuánto me dolía la cara al final del día por todas las sonrisas.

Olvidé esa sensación de tener toda la vida por delante y no tengo ni idea de lo que haría con ella.

En el mes que llevo viviendo sola, he tenido que tomar algunas decisiones difíciles: qué guardar, qué regalar, y qué dejar atrás. He llorado. Mucho, en realidad. Llorando por las cosas que no puedo guardar y los recuerdos a los que estaban atados y las cosas que no pasarán con ellos en el futuro.

Pero en ese mes+ en el que he evaluado las posesiones de mi vida, también he tomado una decisión consciente de usar las cosas. No voy a poner las cosas detrás de un vidrio para ser venerado (y afrontémoslo, olvidado). Estoy usando mi taza de la universidad. Estoy tocando mi piano (mal, y para la molestia de mis vecinos). Estoy usando el buen perfume todos los días. Estoy durmiendo bajo la colcha de mi abuela. Llevo bonitas joyas y no me siento cohibido por ello. Estoy viviendo.

Cumplo 50 años en un mes. ¿Adivina qué?
Todavía tengo mi vida por delante y no tengo ni idea de lo que haré con ella.

¿Pero no es eso de lo que se trata la vida? El no saber. El potencial. El día a día de estar arriba y abajo. Los primeros momentos de estar despierto cada día sabiendo que tienes 24 horas más para hacer el bien en el mundo, para aprovechar al máximo cada momento, y para ser amable contigo mismo en el proceso.

Así que hoy beberé café de mi taza de la universidad. Hoy oleré como "La Bella de Estée Lauder". Hoy miraré a mi alrededor y apreciaré lo que tengo... y lo que tuve. El pasado nos hace lo que somos. El día de hoy da forma a lo que seremos.

Planeo ser fabuloso.

Tu blogger cabezota,
Michelle

Díganos en los comentarios de abajo lo que va a sacar de la estantería y empezar a usar. ¡Hoy es el día!